Sustainable Aviation Fuels, a new pathway for shippers to decarbonize air freight

Combustibles de aviación sostenibles, un nuevo camino hacia la descarbonización

¿Qué es el SAF y por qué es una gran herramienta para que los propietarios de mercancías actúen de forma sostenible?
Alexander Höglund by Alexander Höglund
Resumen

La reanudación del tráfico aéro mundial, tras dos años de pandemia, viene acompañada de un nuevo impulso a favor de la descarbonización de la industria aeronáutica. Si trabaja en aviación, o en el transporte en general, probablemente se haya topado con el concepto de combustible de aviación sostenible, o SAF (Sustainable Aviation Fuel), en artículos y a través de LinkedIn. En este artículo examinamos qué es el SAF, por qué es una gran herramienta para que los propietarios de mercancías actúen de forma sostenible y cómo puede ser una pieza importante del rompecabezas de la descarbonización.


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El reto de la descarbonización

La descarbonización de la aviación no es una solución única que sirva para todos. Más bien, es una combinación de tecnologías de ahorro de energía, legislación gubernamental, poder adquisitivo de los consumidores y las corporaciones, y desarrollos en el combustible. La lista de estrategias para ahorrar energía es amplia, como el análisis de macrodatos (big data) para optimizar el mantenimiento de los motores; formar e incentivar a los pilotos de aeronaves para que conduzcan de forma ecológica; aeropuertos y aerolíneas que implementen diversas tecnologías y procesos para reducir el consumo de energía en tierra; o incluso la producción de nuevos materiales y tipos de aviones que permitan aumentar la eficiencia energetica. Según un estudio de Boston Consulting Group, las aerolíneas han reducido el consumo de combustible en un 2,3 % cada año durante la última década. Para lograr el objetivo actual de emisiones netas de CO2 cero de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) para 2050, las aerolíneas deben seguir con la misma reducción, o incluso ampliarla, cada año. Una reducción anual del 1,7 %, por ejemplo, solo reduciría las emisiones en alredor de un 40 % para 2050. Las tecnologías de ahorro de energía y la optimización del consumo de combustible son partes esenciales de la descarbonización y, sin ellas, no se podrán logar los vuelos con cero emisiones netas a tiempo. Sin embargo, el ahorro de energía tampoco es suficiente, por sí solo, para lograr los objetivos del Acuerdo de París, y esto nos lleva al tema de este artículo, es decir, el combustible de aviación sostenible. ¿Qué es y cómo pueden las empresas de aviación acelerar el uso de SAF?

 

¿Qué es SAF (Sustainable Aviation Fuels)?

El SAF es un conjunto de combustibles con dos caracteristicas comunes: son combustibles de sustitución directa por diseño y están elaborados con materia prima renovable. Químicamente equivalente al combustible para aviones convencional el cual pueden mezclarse con combustible convencional o “sustituirlo”. Por estos motivos, el SAF no requieren ninguna manipulación de los motores de los aviones, pueden distribuirse y almacenarse en la infraestructura existente y los aeropuertos pueden manipularlos sin complicaciones extras. Estas propiedades confieren al SAF un gran atractivo para las aerolíneas y otras partes interesadas de la aeronáutica. Según IATA, SAF tienen el potencial de reemplazar al 65 % del combustible para aviones convencionales para 2050, pero con esta perspectiva de 30 años, realmente no hay límite.

El SAF se pueden dividir en dos grupos en función de la materia prima utilizadas: biocombustibles o combustibles sintéticos. Los combustibles bioderivados utilizan materia orgánica, por ejemplo, aceite de cocina usado, grasas animales, residuos domésticos y cultivos energéticos, mientras que las alternativas sintéticas se crean a partir del CO2 capturado del aire o de las emisiones industriales. Estos últimos combustibles están actualmente en desarrollo experimental, mientras que el proceso de producción de ésteres hidroprocesados y ácidos grasos (HEFA, hydroprocessed esters and fatty acids) de usar biomasa, como el aceite de cocina, es una tecnología madura y puede industrializarse. Sin embargo, otros combustibles con base orgánica todavía están tecnológicamente inmaduros, y los procesos como la gasificación, la conversión de los residuos domésticos en combustible, la producción de alcohol para aviones y la conversión de residuos de madera, como los palés usados y los residuos forestales, se establecerán en la próxima década.

 

Un equilibrio de masas

Para comprender el atractivo del SAF más allá de las aerolíneas, debemos mirar su potencial para reducir las emisiones del transporte desde una perspectiva de equilibrio de masas. Cada vez que se libera CO2 de una fuente de combustible fósil, se suma a la masa de CO2 general en la atmósfera; no hay diferencia si ese CO2 se emite en Chile o en Noruega. Con la misma lógica, también es irrelevante dónde se evita añadir más CO2. Esto abre la posibilidad de que los transportistas utilicen SAF para neutralizar las emisiones al reemplazar el combustible convencional en cualquier parte del mundo.

 

Un caso concreto: el transporte aéreo

La empresa X envía en avión una caja con un peso de 100 kg desde el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol hasta el aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Este envío sumará aproximadamente 0,734 toneladas de CO2 a la atmósfera (según n la metodología de cálculo de EcoTransIT World). La reducción de estas emisiones a cero al reemplazar el combustible fósil para aviones por SAF requeriría aproximadamente 0,27 toneladas de SAF, y este se puede usar no solo en la aeronave que transporta las mercancías, sino también en cualquier otro avión, en cualquier parte del planeta. A la masa de CO2 en la atmósfera no le importa dónde se están produciendo o se están reduciendo las emisiones. La empresa X puede comprar SAF, por ejemplo, en Helsinki para mitigar las emisiones causadas por el vuelo de Ámsterdam a Los Ángeles. Esta lógica proporciona a los transportistas una herramienta para reducir las emisiones de cualquier envio , independientemente de si hay SAF disponible o no en el aeropuerto de origen. Si está confuso, aprovechemos la oportunidad de añadir un poco más de complejidad. El uso de beneficios de equilibrio de masas para reducir las emisiones a menudo depende de un sistema “book and claim” por el cual se reservan los SAF en una refinería para ser utilizados en un vuelo específico y, solo cuando el combustible se entrega en un aeropuerto se puede reclamar la reducción de CO2./p>

 

¿Cómo pueden marcar la diferencia los transportistas?

La implementación generalizada de SAF se enfrenta a dos dificultades principales: primero, la demanda y, segundo, el suministro de materia prima para SAF.

Para fomentar la demanda, los transportistas deben ver el SAF como una oportunidad para permitir el desarrollo sostenible. Al comprar SAF, se reducen las emisiones con el transporte, mientas que el aumento de la demanda intensifica las inversiones en refinerías. Si se produce un aumento constante de la demanda de SAF, es más probable que los principales actores se arriesguen a invertir en instalaciones que estarán operativas de 30 a 50 años. Las aerolíneas, los gobiernos y los transportistas pueden crear la demanda que permitirá a los productores de SAF aumentar la producción, desarrollar tecnologías y ampliar la distribución.

La segunda dificultad se refiere al suministro de materias primas. Se cree que, a medida que la producción de SAF aumente, su precio disminuirá, lo que elevará la demanda hasta tal punto que la disponibilidad de materias primas limitará las capacidades de producción. La gente no come suficientes papas fritas para soporta la cantidad de aceite de cocina necesario y lo mismo ocurre con otros ácidos grasos que se utilizan actualmente en la producción de SAF a base de HEFA. Además, el uso directo de cultivos debe descartarse por insostenible debido a la necesidad de utilizar la tierra para la producción de alimentos y los problemas del ecosistema que pueden producirse cuando se permite el monocultivo generalizado. Por lo tanto, la industria de SAF necesita desarrollar tecnologías que puedan utilizar otras fuentes, como biorresiduos sólidos y otros combustibles sintéticos que dependan de materias primas inorgánicas. Fundamentalmente, la solución es la sólida demanda de SAF; solo entonces los desarrolladores e inversores podrán permitirse el riesgo de explorar completamente las tecnologías necesarias para transformar la industria aeronáutica.

 

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