woman managing a meeting

¿Por qué necesitamos más mujeres en puestos directivos?

Una impactante demostración de nuestra experta Kathleen Rehbein, basada en sus 18 años de experiencia en estrategias sostenibles de RR. HH. en el sector de
Kathleen Rehbein by Kathleen Rehbein
Resumen

Lo que más me gusta del Día Internacional de la Mujer es que es el único día del año en el que todos, como sociedad, vemos las cosas con perspectiva y hacemos un balance de los progresos que han hecho las mujeres. Celebramos sus logros, reflexionamos sobre el papel (o a menudo, los papeles) que desempeñan en la sociedad y contemplamos el camino que queda por recorrer. Al fin y al cabo, aunque es innegable que las mujeres han recorrido un largo camino, todavía tenemos que lograr un equilibrio entre géneros estable en todos los países, sectores e industrias.

 

¿Dónde están todas las mujeres que deberían ocupar puestos directivos?

Cuando pienso en mis dieciocho años de trayectoria profesional en Recursos Humanos, reconozco que se han hecho progresos considerables, pero también sé que la verdadera igualdad de género sigue siendo una asignatura pendiente.

En Europa, las mujeres están muy infrarrepresentadas en los puestos directivos, un desequilibrio que es aún más pronunciado en sectores tradicionalmente dominados por los hombres, como el transporte y la logística. Está claro que esta disparidad no tiene nada que ver con la falta de competencia por parte de las mujeres. De hecho, los estudios demuestran que las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres en 17 de las 19 competencias de liderazgo, especialmente en tareas que implican tomar la iniciativa, ser resiliente, buscar el desarrollo personal, estar orientado a los resultados o mostrar integridad y honestidad.

Sin duda, las mujeres tienen todo lo que hace falta para ser excelentes directivas y responsables. Entonces, ¿por qué hay un desequilibrio tan marcado en las altas esferas? En mi opinión, esto podrá explicarse una vez que admitamos que en estos momentos se está produciendo un fenómeno social. Las mujeres no son solo empleadas, directivas o ejecutivas, sino que también desempeñan un papel crucial en la sociedad en su conjunto. Por lo general, las responsabilidades del cuidado de los niños y de las personas mayores, y la “carga mental” que acompaña a esas tareas, tienden a asumirlas en gran medida las mujeres. En muchos casos, esta enorme responsabilidad no se tiene debidamente en cuenta en el ámbito profesional; más bien al contrario, ya que en todo el mundo, las mujeres son objeto de prejuicios en repetidas ocasiones e incluso sufren consecuencias por este motivo.

Al mismo tiempo, las mujeres suelen ser sus peores detractoras. Por ejemplo, en lo que respecta a las autoevaluaciones, las mujeres por lo general se puntúan peor que sus compañeros varones, en especial las mujeres más jóvenes menores de 25 años. Y mientras las mujeres tienden a ser más críticas con su desempeño, los hombres, por su parte, tienden a tener un exceso de confianza y a creerse más competentes de lo que realmente son, lo que fomenta los sesgos inconscientes ya de por sí presentes en las situaciones de contratación y ascenso laboral. Con todos estos factores en juego, no es de extrañar que haya menos mujeres en puestos directivos.

 

Crear una verdadera paridad de género en puestos de responsabilidad

Reconocer que existe un desequilibrio es un primer paso esencial, pero también es importante que las empresas reconozcan que los equipos diversos logran mejores resultados que los homogéneos. Los estudios avalan que merece la pena apostar por la diversidad y la igualdad en cuanto al género. Las mujeres tienen habilidades diferentes, en su mayoría complementarias, en comparación con sus compañeros masculinos. Cuando ambos géneros están representados por igual, las decisiones son más equilibradas, las perspectivas son más diversas; en definitiva, la diversidad amplía las posibilidades y brinda a las empresas una base sólida y un terreno fértil para el crecimiento sostenible.

Creo sinceramente que la única forma de incorporar a más mujeres a los puestos directivos es cambiar fundamentalmente la cultura empresarial, lo que significa hacer algo más que simplemente establecer programas que “parezcan buenos”.

No cabe duda que los empresarios desempeñan un papel fundamental a la hora de fomentar la diversidad de género en el lugar de trabajo. Les corresponde a ellos ofrecer a las mujeres las mismas oportunidades que a sus compañeros del sexo opuesto y tener en cuenta sus preocupaciones en el lugar de trabajo. Deben:

 

  • ascender a las mujeres a puestos directivos;
  • analizar y estandarizar las prestaciones por maternidad;
  • acabar con las posibles brechas salariales;
  • crear programas de liderazgo y tutoría para mujeres;
  • fomentar la representación femenina en sectores tradicionalmente dominados por los hombres, y
  • considerar el equilibrio de género en las prácticas de contratación.

 

Dar voz a las mujeres

Desde el punto de vista de los recursos humanos, me resulta imposible imaginar nuestro día a día en el trabajo y nuestras decisiones sin las mujeres. Sus cualidades y atributos son fundamentales para las relaciones con los empleados y el éxito de la empresa.

En GEODIS, estamos luchando por conseguir un mundo en el que las mujeres sean líderes en igualdad de condiciones en los negocios. Para lograrlo, es fundamental que se escuchen sus voces. Nuestra “Red de mujeres GEODIS” trabaja para promover la inclusión, reducir la disparidad profesional entre géneros y mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, tanto interna como externamente. Por un lado, nuestro proyecto regional interno de desarrollo de la mujer “Ladies First!” (¡Las damas primero!) tiene como objetivo desarrollar y promover a las mujeres en puestos de responsabilidad a través de asesoramiento individual y formación. Por otro lado, se anima a nuestras compañeras a posicionarse en el puesto de trabajo mediante el fomento de la creación de contactos. Juntos, estos programas impulsan nuestro objetivo general de reforzar la presencia femenina en nuestra plantilla y animar a las mujeres a ocupar puestos directivos y a mantenerlos.

Creo que el verdadero equilibrio entre géneros celebra las habilidades y los talentos complementarios de mujeres y hombres. Teniendo esto presente, debemos centrarnos en fomentar soluciones inclusivas no solo para lograr un mejor equilibrio entre géneros, sino también para lograr un crecimiento sostenible. Cuando miro al futuro, me imagino un “mundo con igualdad de género”, un mundo libre de prejuicios, estereotipos y discriminación. Un mundo diverso, equitativo e inclusivo. Un mundo donde las diferencias se valoren y se celebren.

Creo que este mundo está a nuestro alcance, ¿no le parece?

 

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